Puede parecer a primera vista que Inglaterra, a pesar del clima y de que conduzcan por el lado contrario, es un país bastante similar a España, y es que compartimos realmente muchas cosas, la cultura occidental, la democracia, la globalización, el deporte, la música... Pero es que hay algunas diferencias que van más allá de todo eso y están bastante arraigadas en los individuos, y es que los ingleses, salvo honrosas excepciones, carecen casi por completo del carácter abierto y divertido de los españoles. La verdad es que ayer volví a tener un "encontronazo cultural" de esos que te hacen pensar en otros similares y sirven para darte cuenta de lo diferentes que podemos ser a veces.
Y es que, por ejemplo, a los ingleses parece que no les puedes hablar con una sonrisa en la cara, porque piensan que te estas riendo de ellos y se lo toman fatal, te pueden mirar con cara de "¿me estás provocando?" y llegan a ser muy bordes, esta situación no se puede arreglar porque lo único que puedes hacer es empeorarla, recomiendo la mínima conversación posible después del incidente. Por otro lado no se te ocurra "asaltar" a alguien por la calle para preguntarle algo, seguro que piensa que le quieres robar, secuestrar o algo peor, lo raro es casi que no salgan corriendo. Para esto recomiendo que intentes obtener la información en un cartel, un mapa o una guía y preguntar lo menos posible, si te ves en la obligación de preguntar seguro que alguien acaba respondiendo aunque sea con un gesto de alucinación. Ah, y no os olvidéis de respetar su espacio personal, aquí la gente en el banco realmente espera en la línea que dice "espere su turno" - esto en Málaga es pura ciencia ficción -, pero van más allá, y no se te ocurra acercarte demasiado - digamos que "demasiado" es menos de ¿2 metros? - en las cajas del supermercado a la persona que está pagando delante tuya, porque verás su cara de terror ante tu terrible ataque para robarle el dinero o la tarjeta de crédito y te arriesgas a que el cajero te pida, con tono "Terminator", cara de "Rambo" y mirada de pavor que recules y des unos pasos atrás mientras la mujer se repone del ataque al corazón que le has producido y el guarda de seguridad se acerca al lugar con la mano en la porra, además todo esto te puede ocurrir sin darte cuenta mientras estás mirando las musarañas en el techo, pensando que tienes que poner la lavadora, o la leyendo el paquete de caramelos que hay junto a la caja, vamos, eres lo que se considera un auténtico peligro social. Claro que lo peor es que cuando te pasa esto no puedes evitar que una amplia sonrisa aparezca en tu rostro, y entonces aún se quedan más flipados y se pueden asustar incluso más y pensar que tu gesto es un acto de chulería suprema y tomárselo como una afrenta personal, con lo que verás sus caras de desprecio más absoluto mirarte como si fueras la reencarnación del mal personificada.
Pese a todo son muy buena gente por lo general. Una vez que los conoces suelen ser muy apañados y comprometidos aunque a veces, y debido a nuestras diferencias culturales, no lo parezca y sus actitudes nos resulten chocantes.
Un saludo desde East Boldon